domingo, 29 de noviembre de 2009

AFRODISIACOS


Fijémonos, por ejemplo, en el chocolate, que en los últimos tiempos se ha convertido en una verdadera
pasión culinaria en casi todo el mundo. ¿Por qué hay tanta gente adicta a un alimento que estropea el cutis, causa estreñimiento, engorda, produce dolores de cabeza e infla el presupuesto? Porque contiene grandes cantidades de un producto químico llamado feniletilalanina, una sustancia producida en el cerebro cuando la persona está «enamorada». La revista Cosmopolitan incluyó no hace mucho al chocolate entre los diez principales afrodisíacos actualmente disponibles, y en la corte de Luis XV solía consumirse a menudo como estimulante sexual. En cambio, hoy la gente consume varias barritas de chocolate al día sin saber siquiera por qué.
El ajo y la pimienta son unos ingredientes habituales en cualquier cocina, pero la farmacopea china los clasifica como potentes afrodisíacos. El ajo contiene aliína, una sustancia
estimulante, y la pimienta contiene miristina, un estimulante sexual de efectos aún más pronunciados.

Las ostras crudas contienen numerosas enzimas activas y hormonas, así como gran abundancia de Zinc, un oligoelemento fundamental que tiene un papel muy importante en la función prostática, que a su vez es decisiva para la potencia sexual masculina.


Y, ya que hablamos de la próstata, hace siglos que los chinos (así como los turcos, los búlgaros y los gitanos) consumen a diario las humildes y baratas semillas de cabalaza para conservar su potencia sexual e incrementar la producción de hormonas prostáticas. Una ración diaria de entre cincuenta y cien gramos de semillas de calabaza contribuirá como ninguna otra cosa a proteger su glándula prostática contra el cáncer y a mantener su integridad funcional en la vejez. Las semillas de calabaza crudas no deberían faltar en la dieta habitual.
El doctor Marsh Morrison, en su informe titulado Disease Dominating Foods, atribuye la eficacia de las semillas de calabaza a su elevado contenido de ácidos grasos insaturados, hierro orgánico y hasta un 30 por ciento de proteínas en su forma más pura y asimilable.También es afrodisiaca la canela y la nuez moscada, el gingseng.
La maca andina: planta de los Andes, utilizada por los guerreros incas para tener energía y vigor; también estimula el deseo femenino en la mujer.